Nadie Sabe
Ella se siente mal, nadie lo nota, monta toda una obra de
teatro llamada “vida” donde todos compran el papel del personaje principal, la
de la chica sonriente, feliz, se comen el personaje de esa chica que parece
tener una vida como en los cuentos, pero ella todos los días tiene batallas
internas que nadie puede ver.
Nadie sabe que ella trata con todas las fuerzas esquivar
cualquier espejo, odia su reflejo. Trata de no comer en exceso, pero tampoco
ingiere suficientes alimentos, dice que es porque “no tiene hambre”, su
desayuno puede ser un té, casi sin sabor pero lo hace para engañar a su
estómago y así no notar que no come hace
días.
A veces, trata de quererse un poco, se maquilla, se pone
ropa linda, porque sus demonios están dormidos
y la dejan un rato en paz, pero sale al mundo, a enfrentar su dia a dia
y como en todos lados hay gente que habla y habla sin saber, sin saber las
luchas que cada uno carga todos los días y encuentra a alguien que le hace el
típico comentario que parece simpático de “! Ay que gordita estas” y todo eso
que construyo y la hacía sentir bien y linda se derrumba por un par de palabras
que parecen simples, pero que a ella la lastiman, la hacen sentir insegura.
La inseguridad la vuelve vulnerable, su cabeza empieza a
tener pensamientos totalmente autodestructivos, que la hacen sentir horrible,
donde se castiga pensando que por que no puede ser constante con el gimnasio, o
porque no puede comer menos, o mejor, son esos mismos pensamientos, la que la
hacen sentir insuficiente, que nunca jamás nadie la va a querer, por ser
gordita, o por no cumplir con los estereotipos de belleza donde se le rinde
culto al cuerpo.
Hay días en los que no sabe que ropa ponerse, compra talles
más grandes porque piensa que una remera talle M le deja al descubierto todo lo
que ella quiere esconder, eso que la hace odiarse sin razón.
Pero estos demonios
no distinguen de género, también le pasa a ese chico que en una reunión de
amigos ve desde lejos la comida y cuando todos comen el repite multiples veces
que no quiere comer, que no tiene hambre, pero en realidad de solo ver la
comida siente deseos de vomitar y querer irse de cualquier lugar.
Tanto ella, como él, hay
días en los que quieren desaparecer, no pueden entender que hicieron para
merecer la presencia de estos fantasmas, donde su más temible rival es el
espejo, solo quieren sentirse bien, con
ganas de sonreír para ya no fingir. Quieren sentirse bien, volver a llenarse de
vida, enamorarse pero del amor propio, hacerle frente a sus rivales y vivir.
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