Ojos que no ven...

Hoy es noticia que se suicido un jugador de fútbol, que "tenia todo" para ser feliz, eso comentan todos, incrédulos ante semejante semejante decisión que tomó.
Hoy es noticia el suicidio, se habla y hasta se escribe con miedo, como si fuera un tabú necesitar ayuda de un profesional, ya fuera un psicólogo o un psiquiatra. 
A veces nadie entiende cuando tenés un ataque de pánico para algunos es "hacer teatro" y no saben lo horrible que es sentir que te vas a morir porque sentís que te pisan el pecho, que por más que busques, no hay aire en ningún lado. La ansiedad no es querer hacer todo rápido, la depresión no es pasarse los días llorando y los ataques de pánico no es solo sentir miedo. 
A veces por más que tengamos "todo" para el ojo ajeno y no debería existir motivos para estar triste, estamos tristes igual, porque sentimos insatisfacción, un vacío imposible de explicar. 
Habla gente que no sabe lo que es no tener ganas de levantarse de la cama, porque todo te parece aburrido, tedioso.  Que aunque tengas el trabajo que alguien hoy le falta, es preferible quedarse en la cama hasta que sentimos que nos hundimos dentro del colchón, que no hay lugar más seguro que nuestra habitación con nuestra música y nuestros auriculares puestos mientras miramos el techo.  
Nadie entiende que no estás triste porque no nos contestan un mensaje la persona que nos gusta, todos se creen jueces para decir que sentir y que no sentir, es un coctel de cosas las que nos lleva a estar en ese estado de incertidumbre constante y altibajos emocionales.
Hay asuntos que no se solucionan con ir de joda o tomar una birra, a veces por más rodeado de gente que estemos, por las noches estamos solos igual, con nuestra cabeza y todos sus fantasmas. 
A veces no tenemos ese oído, a veces no encontramos esa ayuda en ningún lado, y todo se vuelve gris y todo nos pesa más. 
Hoy como sociedad ante un hecho de conocimiento público recordamos la importancia de cuidar la salud mental, que no sea un tema de los diarios de hoy y que el Lunes nadie va a recordar. 
Hay que reconocer de una buena vez por todas que la depresión, la ansiedad o cualquier tipo de patología no distingue de edades, ni clase social. Todos nos podemos caer en ese pozo infinito del cual por más que pongamos muchas fuerza, parece imposible de salir. 
Dejen de estigmatizar y de tratar de "locos" a quienes acudimos a terapia. 
Todos atravesamos tormentas en silencio, aguantamos bombardeos internos donde los únicos combatientes somos nosotros mismos en la trinchera. 
Vivir en un mundo de ojos ciegos, donde todos piensan que somos lo que mostramos en Instagram o lo que escribimos en twitter en 140 caracteres, por eso, sean más empaticos, nadie esta triste porque quiere estarlo, nadie elige apagarse y vivir por inercia. 
Miremos todos más allá de nuestro propio ombligo, no saben que a veces con unas pocas palabras podrían estar salvando a alguien de sus fantasmas, aunque sea por un rato, hoy escribo esto porque le paso "a alguien conocido" pero hay miles de anónimos, en silencio, mirando un punto fijo con la mirada perdida quiza en alguna plaza  pasando por miles de estas situaciones e incluso peores.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cuerpos

Volví... Volvieron

Queriendo Saber