Boomerang
Dicen
por ahí que todo lo que das vuelve, sea malo, sea bueno termina volviendo, que
en algún momento la vida, el universo el destino o lo que a ustedes le tengan
más fe. Todo eso que sale del corazón a veces parece inoportuno, o que cae en
saco roto, o en el saco equivocado y que difícil es entender que tarde o
temprano de todos esos pasos errados vamos a tener una recompensa mucho mayor.
La
memoria es un boomerang al que nos enfrentamos diariamente, o un domingo a la
noche cuando solo queremos dejar de pensar y queremos callar o nos atrevemos a
decir y grita en nuestro interior, y lo único
que necesitamos es poner todo eso que nos perturba en “modo avión”.
Ayeres
que vuelven, en esas ojeras que nos asustan cuando nos vemos al espejo al
despertar como consecuencia de esas noches de insomnio violenta que nos quiso matar.
Recordamos
momentos que parecían infinitos, donde teníamos la sospecha de ser felices , donde hacíamos hasta
lo impensado para cruzar puentes que nos llevaran a ese paisaje soñado, donde la angustia no
inundaba nuestro comedor al sentarnos a desayunar.
El
boomerang de esos recuerdos que nos llenaron el alma se presenta en nuestra
almohada cuando solo queremos descansar y volver a soñar que el olvido no
existe y que una tardecita cualquiera con ese bondi nos podemos volver a
cruzar.
Se
nos eriza la piel cuando un boomerang hecho canción que nos golpea fuerte el corazón y nos retrae a esa persona a la que le dimos
todo, hasta lo que nos negamos a dar, cuando compartimos el mismo cielo y hoy
ese cielo es la distancia entre los dos.
Este
espacio es un boomerang de todo eso que fui, una vieja versión de mí que ya no
soy, y esta versión que escribe hoy, mañana va a dejar de ser.
Lo
único que es resiste a los efectos del tiempo es mi corazón, que por más que
esas heridas revivan un domingo, no deja de confiar en que lo mejor está por
venir aunque las circunstancias se presenten adversas para volver a creer y confiar en que alguien va a entrar en él, y los espantos de esos viejos tiempos no van a
volver.
Viajemos
aprendiendo a seguir, buscando en nuestros recuerdos otra vez eso que perdimos
en alguna esquina de nuestro barrio, que todo eso que el destino nos debe una
noche cualquiera nos va a rendir cuenta.
Sos el amo de las letras, amigo ❤
ResponderBorrar