Fantasmas

Cuando somos peques nos dicen que si nos portamos mal vienen los fantasmas a visitarnos, que si no comemos la comida, el fantasma que está abajo de la cama nos va comer, o nos va a llevar no sé dónde  si no hacemos lo que nuestros padres dicen, o ese famoso monstruo del armario no nos va a dejar dormir y que inocentes y obedientes éramos con tal de que nada nos asuste, nos dé miedo o terror.

Daría lo que fuera por que esos fantasmas me sigan dando un poco de miedo hoy.

Hoy yo tengo otros fantasmas, mucho peores y dañinos que esos fantasmas que nunca llegué a ver o ese monstruo que jamás salió del armario por no comer la comida que no me gustaba o mirar tele hasta tarde. 

Hoy mis fantasmas tienen nombre propio, se llaman ansiedad (de a ratos la peor de todas) y otro nuevo, al que me presentaron hace poco, o mejor dicho, hace poco se apareció en el lugar donde convive la ansiedad, mi depresión (quizá ya que no existe un diagnóstico que diga que lo padezco) y se llama TDC (Trastorno Dismórfico Corporal), nadie sabe muy bien qué es, yo tampoco lo sabía, bueno se presenta de la siguiente manera: es un fantasma, porque no me gusta la categorizacion de esa palabra estigmatizante llamada t r a s t o r n o  caracterizado por la preocupación obsesiva por un defecto percibido en las características físicas. Si, parece un juego de palabras, pero resumiendo, este fantasmita sumado con un cóctel donde pones un poquito de falta de autoestima, bullying en época escolar y algunas otras "cositas" hacen que yo hoy tenga miedo de muchas cosas que para otras personas son absolutamente NORMALES. 

Por ejemplo, tener ansiedad (el mayor de mis fantasmas) hace que me preocupe demasiado por cosas que aún no pasaron, me saca el aire si estoy rodeado de mucha gente, me causa una irritación crónica de absolutamente TODO, me molesta a veces estar rodeado de mucha gente, pero también me causa ansiedad estar sólo, ¿porqué? Porque si estoy sólo, pienso y eso hace que me  pre ocupe por cosas sobre las cuales no tengo control. La ansiedad me aleja de personas, echa a a perder mis vínculos afectivos porque vivo con el terror de que nada bueno puede durar  y ese vínculo se va a romper de la forma más trágica posible, y de que además por mis inseguridades siempre hay alguien mejor que yo, ahí entra a jugar de enganche el TDC, que es esa voz en mi cabeza diciéndome "Mira lo que sos" ¿Quien te va a querer con esas cicatrices? Y esas estrías? Y esos kilos de más? ¿Quien se va a querer quedar al lado del desastre que sos?. Olvídate Máster, no te miran ni por casualidad, seguí participando. 

Creo que no sufro mayor tortura que ir a comprarme ropa y verme frente a un espejo, donde siento que todo me queda horrible, nada me queda como imagino. Estos fantasmas hacen que tenga atracones de comida o que no coma por cuatro o cinco días, solo para "sentirme mejor"

El TDC no deja que me mire al espejo, porque la imagen que me devuelve, me lastima, no me gusta.

La ansiedad hay días en los que está ausente en "modo vacaciones" y ahí es cuando se va también el insomnio, donde siento que puedo con todo, donde quiero entrenar, salir a pasear, ver el sol y no estar encerrado en mi pieza, donde siento que puedo V I V I R; Pero muchas veces no es así y la ansiedad me patea la puerta, me da una cachetada y me hace sentir que todo el mundo se fija en esos defectos que yo tanto odio y que no hay lugar más seguro que mi cama. 

Hoy quisiera abrazar a ese  otro yo de 10 o 9 años al que le daban vitaminas porque comía poco o lo obligaban a comer y decirle que si no quiere comer todo el plato, está bien, NO PASA NADA. Quisiera abrazar a ese otro yo, de la secundaria que sufrió bullying y hacerle entender que no hay nada mal en él, que quizá podría hacer algún deporte que le guste, que no está sólo, que va a llegar a la facultad, aunque todo pronóstico parecía imposible, y que va a costar, pero que en algún momento, la recompensa va a llegar

En fin, hoy me quiero abrazar, quizá porque no tengo quien lo haga, quien me de un abrazo y me diga que todo, todo va a estar bien. También quiero abrazar a cada persona que se sienta identificado con éstas líneas, con mi lugar.