El tiempo no basta

Dicen que la distancia hace el olvido, que la mejor medicina es el tiempo, que todo llega, cambia y pasa. Sin embargo, hay personas que marcan un antes y un después , y aunque nos resistamos, viven con nosotros día a día; en una canción, en un aroma que nos lleva a ese lugar donde todo empezó.
Nos empeñamos en borrar de nuestra memoria a aquellas personas por las que hemos sentido y se han ido, deseosos de olvidar miradas, sonrisas, palabras, besos  y sobre todo, momentos. Quizás sea porque, sencillamente, no debemos olvidar, sino aprender a vivir con el recuerdo, pero a veces esos recuerdos pesan más que el olvido y hacen sentir mil veces más esa ausencia.

Experiencias del pasado han hecho que muchas veces deje de creer, gracias a todas esas personas, las que se han ido y las que siguen acá. Las que me han hecho más fuertes, y otras veces, más vulnerable, con las que conocí la desconfianza, el riesgo, la inocencia y el miedo, la ilusión y la decepción, personas que me han permitido conocerme un poco más. Hay momentos que vale la pena recordar. Ese momento en el que pensabas que no volverías a enamorarte y, de repente, llega una persona que te demuestra que tu corazón sigue más vivo que nunca; o ese momento en el que te das cuenta de lo que te da estabilidad y de lo que te puede llegar a perturbar; personas que te ayudan a descubrir qué te hace reír y qué te hace llorar. Momentos que generan sentimientos que guían nuestro camino.
La clave está en saber elegir qué olvidar. El problema es cuando no hay nada que quieras olvidar, sino volver a vivir  pero da rabia por que el tiempo o la fuerza del destino no van a permitir que esas cosas algún día vuelvan a ser. Existe la posibilidad y el el riesgo de volver atrás. Es complejo y evito olvidar su voz, sus caricias, y todo lo que alguna vez dijo...
Dicen que las palabras se las lleva el viento, y a veces así lo creo, lastima que esas palabras a veces en el otro se marcan a fuego.

Cuesta aceptar que todas las personas un día te sueltan la mano, de la cual te aferrabas con seguridad, un día ya no esta más... Lo más doloroso de este proceso es caer en la cruel realidad de aceptar que de lo cual vos te aferras no existe más y que lo que vos no saltas, ya te soltó.
¿Como se vuelve a confiar después de tantas decepciones? Después de vivir situaciones que jamás prometieron hacerte pasar, ¿Como creer que alguien puede amar un hecho pedazos armarlo y quedarse a cuidarlo?
El amor da miedo, y más después de tantos tropiezos, capaz soy yo el que no esta capacitado para amar, o capaz amo demasiado en muy poco tiempo, cuando siento, siento de verdad y no le doy espacio en mi vida a alguien sin haber dado vuelta una pagina anterior.
Nunca entren o salgan de la vida de alguien sin haber superado situaciones vividas, heridas que todavía no cicatrizan, eso hiere a la persona que dicen amar, están atados a recuerdos que no olvidan y esos recuerdos impiden que nazcan nuevos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Cuerpos

Volví... Volvieron

Queriendo Saber